martes, 29 de junio de 2010

Ciencia para no cientificos

LA CIENCIA CANTANDO

La aventura de la ciencia comenzó cuando, hace algunas decenas o centenares de millones de años, uno de nuestros lejanos ancestros, Eva o Adán por lo que sabemos, al contemplar el amancecer una bola de fuego que brotaba en el horizonte y recordar que habia presenciado el mismo espectáculo la víspera, se pregúntó " ¿Es la misma bola de fuego de ayer?...

Pertenecemos a la especie de Homo Sapies: que es un primate capaz de plantearse preguntas.. es decir un primate que se esfuerza por encontrar respuestas lógicas a sus preguntas.

DE LA OBSERVACIÓN A LA COMPRENSIÓN

Nuestros sentidos nos informan a cada instante del estado de la pequeña porción del mundo que nos rodea. Un flujo permanente de sensaciones nos enseña que estamos inmersos en un universo cambiante al que debemos tener en cuenta para asegurar la prolongación de nuestra existencia.

La particulairdad de nuestra especie no consiste en disponer de fuentes de informaciones particularmente habilitantes; lo que nos distingue es el haber adoptado una actitud de interrogación: tratamos de remontar la cadena de las casualidades que han culminado en los acontecimientos constatados, es decir comprender los procesos que se desarrollan alrededor de nosotros y en nosotros.

Este diálogo entre el conjunto de los homanos y lo que los rodea en el curso del siglo pasado, sin que hayamos notado suficiente en qué medida, acaba de transformarse radicalmente, pues estudia realidades que hasta entonces habían quedado escondidas, y emplea un lenguaje nuevo para describirlas mejor.

Un impulso creador está actuando desde el inaccesible origen y las causas de este impulso comienzan a ser comprendidas.


EL CONOCIMIENTO DEGRADADO A EFICACIA.

La actividad intelectual fundada sobre el rigor es la actitud específica de nuestra especie; es lo que la identifica. Para pertenecer verdaderamente a esta especia, el rasgo esencual es participar en la aventura del conocimiento, aventura que equivale a un nacimiento.

Nacer es salir de la madre para existir frente a ella; conocer es escaparse del universo para dirigirse a él. La educación tiene por finalidad permitir esta diligencia; por lo tanto no puede hacer otra cosa que formar científicos. Decir que un ser umano es un cientifico es unpleonasmo.



Esta afirmación se opone a lo que admite la cultura dominante en la actualidad, la de la sociedad occidental. Habiendo adoptado como un motor de su actividad la competición generalizada entre individuos, entre empresas, entre naciones; habiendo elegido el provecho como criterio de éxito, difunde dos ideas falsas con respecto a la ciencia: una sobre su finalidad (la felicidad de comprender es reemplazada por el placer de ser eficaz), la otra sobre su práctica (la participación en una obra colectiva del conjunto humano es olvidada en pro de la lucha individual, a menudo desesperada, para encontrar un lugar en ella y conservarlo).


Es cierto que la comprensión comporta a veces la eficaria, que puede ser la llave de éxito para aquellos que quieren actuar. Es cierto, por ejemplo, sin la célebe fórmula de Einstein que conecta la masa a la energía, seríamos incapaces de hacer estallar bombas nucleares o producir electricidad a partir de uranio.




EL UNIVERSO

EL UNIVERSO DEL DISCURSO....

La ambición necesariamente limitada de toda disciplina científica la obloga a definir desde el comienzo como "el universo" de su discurso precisando el dominio que se esfuerza por explorar y los métodos que empleará para progresar.

El ejemplo histórico ya evocado, que pone más claramente en evidencia esta necesidad, es el contratiempo ocurrido a la disciplina que constituye la dinámica, es decir el estudio del movimiento de los objetos pesados. Partiendo de la comprobación de que el estado de reposo de tales objetos es la inmovilidad, y que es necesaria una fuerza para que se pongan en movimiento.

Aristóteles había afirmado que la velocidad adquirida por un objeto es proporcional a la fuerza aplicada sobre él. Por lo tanto las piedras grandes sometidas a una fuerza mayor que las piedras pequeñas caen más rápido.


EL RAZONAMIENTO PROBABILISTA







La característica esencial de los acontecimientos por venir es la de ser inciertos. Esta incertidumbre es fundamentalmente irreducible, pero es màs o menos grande segùn la calidad de las informaciones disponibles. Toda disquisición a propósito del porvernir debe tener en cuenta esta imprecisiòn, pero esta sujeciòn no impide perseguir una razonamiento riguroso.







Parece lìcito atribuir a Blas Pascal la paternidad de los principales conceptos bàsicos del razonamiento probabilista. Es una carta de fermat, propone lo esencial de la orientaciòn lògica que fundamenta ese razonamiento.







El mètodo propuesto por pascal consiste en representar el árbol de los dasarrollos posibles para la continuación de la partida y en calcular progresivamente, a partir del fin, la esperanza de victoria A. Basta con adminir que, en cada bifurcaciòn de las ramas de ese árbol, las dos posibilidades que se presentan tienen la misma probabilidad (cara o cruz son equiprobables).











Algunas definiciones.







Una prueba es una observación o una experiencia, real o imaginaria, cuyo desenlace es uno de los resultados posibles; admitimos que, podemos, con anticipaciòn, enumerar esos resultados. Conociendo las condiciones de esta prueba, nos consideramos capaces de asignar a cada uno de esos posibles un numero tanto màs elevado cuanto mayor es nuestra confianza en que se producirà.










GENETICA Y RAZONAMIENTO PROBABILISTA






Cada vez que un proceso comporta fases aleatorias, es un buen mètodo recurir al razonamiento probabilista para describirlo o para sacar las consecuencia. Tal es el caso sobre todo para todo lo que concierne a la procreación, cuya fase esencial es tirar a la suerte la mitad del patrimonio hereditario de los padres. De modo que la genética es una disciplina que utiliza sistemàticamente esta forma de razonamiento. Èse es en especial el caso de la genética de las problaciones, que se interesa por el patrimonio genético colectivo. Veamos ahora tres de los problemas que estudia: el reparto de ese patrimonio entre los individuos homocigotos y aquellos heterocigotos, la medida del parentesco y las consecuencias del parentesco de los genitores.






Reparticiòn de los genes en una población.






Hemos visto a propósito de las enfermedades genèticas, como la mucoviscidosis, que muchas de ellas se debían a genes llamados recesivos que no se reproducen màs que en los individuos homocigotos del que han recibido dos ejemplares mientas que los heterocigotos sin indemenes.






Medida del parentesco






La palabra parentesco es utilizada a propòsito de dos realidades bien distintas: la parentela biològica y la parentela social. Esta ùltima resulta de los lazos creados por actos administrativos, casamiento, adopciòn, y depende de lo arbitrario de las reglas adoptadas por las sociedades; la primera, al contrario corresponde a una realidad idèntica para todos los seres vivientes sexuados: la trasmisiòn de su patrimonio genético.

Entre ellos dificilmente puede ser descrita con palabras: las madres de sus padres eran hermanas, sus padres eran medios hermnaos, dos de sus bisabuelos eran hermano y hermana, primos de una tercero, tiós de un cuarto... Tomar en cuenta de todos los recorridos de los genes que implicaban identidad desembocó en un coeficiente de parentesco de 0.37 más de la mitad que para hermanos o hermanas "ordinarios".

Consecuencias del parentesco de los procreadores.

La medida propuesta para el parentesco permite caracterizar fàcilmente las consecuencias del parentesco de dos genitores. Estos pueden trasmitir al hijo de dos genes que son en efecto dos copias de un mismo gen proveniente de uno de sus antepasados comunes.

Imaginemos, por ejemplo que inspirándose en la experiencia sin duda mitica de Galileo, el docente formula la pregunta: "Lancemos simultaneamente de lo alto de la torre de Pisa una piedra g rande y una pequeña. ; ¿Cual llegará primero al suelo?. Lo importante no es dar la respuesta exacta sino justificar con buenos argumentos la respuesta dada, ya sea buena o mala. La discusión que sigue es tanto más fecunda cuanto la respuesta errónea es argumentada más fácilmente que la verdadera, y aquellos que la sostienen no son humillados por estar equivocados cuando se enteran de que Aristóteles, todos los cientìficos y todos los filòsofos han cometido el mismo error que ellos hasta que Galileo descubrió la verdad.

El célebre consejo: " Si los hombres tienen hambre no les des pescado, enseñales a pescar" es válido tambièn para aquellos que tienen sed de conocimientos: no tratemos de meterles las respuestas a todas las preguntas en la cabeza; enseñemosles a leer y a usar los libros. Todos estamos de acuerdo, pero todo ocurre como si el consenso general fuera lo opuesto, como si se hubiera olvidado el aforismo tan repetido de Montaigne: " Saber de memoria no es saber", como si se aceptara una verdadera perversión de la educación desviando su objetivo.

La anectota es célebre: un enviado del gran Turco llega un día a la corte de Luis XV: para deslumbrar a ese bárbaro se le muestran todas las maravillas de Versalles: los salones, los cuadros, los jardines y luego se le pregunta qué lo habia asombrado màs y el bárbaro demuestra que tenía ingenuio: " Lo que màs me asombra es estar aquì".

Gracias a la ciencia, me paseo por el Universo: los recientes adelantos del conocimiento me permiten descubrir galaxias que ningún ojo que no sea humano verà jamás, imaginar agujeros negros que ninguna intuición que no sea humana concebirá jamás, describir procesos que ninguna inteligencia que no sea humana comprenderá jamás; estoy en el cosmos más maravillado que el turco en Versalles, pero a la misma pregunta daría la misma respuesta. Lo que más me sorprende es estar aquí y, lo que es más fantástico aún, es que soy capaz de sorprenderme.

La cuestión, Hamlet, no es " To be or not to be"; la cuestión es "Saber que se es o no saber que se es". Ser está al alcance de cualquier guijarro. "Yo soy" es simplemente la constatación de mi pertenencia al mundo real. Pero "Yo sé que soy" es la constataciòn de mi capacidad de escapar de ese real, a contemplarlo como si yo fuera exterior, de imaginar un modelo capaz de describirlo, de concebir explicaciones de los sucesos de los cuales es el teatro.

El punto crucial consiste en organizar las relaciones entre los hombres de tal manera que todo encuentro sea el origen... No se trata de pedir a los cientìficos, como antaño a las iglesias, que aporten "la" solución a los problemas de moral, sino de precisar los datos de esos problemas y participar en la coherencia entre los comportamientos adoptados y los imperativos del mundo real. Dos ejemplos de las nuevas interrogaciones que se formulan a nuestras sociedades pueden jalonar un recorrido deseable.

LA GUERRA NUCLEAR

El descubrimiento de la energía incluida en la materia y la puesta a punto de métodos que permiten librar esa energía han provocado una mutación en el "arte de la guerra". Mientras que hace diez siglos era necesario lanzar centenares de flechas, hace cien años disparar decenas de obuses para esperar a matar a un soldado enemigo, una sola bomba basta para aniquilar con seguridad una metrópolis y a sus millones de habitantes. En 1945, en la búsqueda de una victoria rapida sobre Japón, las autoridades norteamericanas han sido sensibles sólo al mejoramiento que aportaba el arma atómica en la capacidad de destrucción. En la competición fría que siguió a la guerra, tanto soviéticos como norteamericanos no han pensado en otra cosa que evitar ser superados en poderío por el adversario potencial.

Sólo en octubre de 1983, treinta y ocho años después de Hiroshima, un coloquio que reunia expertos de múltiples disciplinas, unos llegando del Este, otros del Oeste, confrontó las conclusiones a las que llegaban sus simulacros de un conflicto poniendo en acción las armas nucleares A y H.

FUNDAR LA EXIGENCIA DE RESPETO.

Lo que la ciencia actual aporta de fundamentalmente nuevo es la continuidad entre el cosmos y nosotros. Desde la aparición de la particulas durante los primeros instantes según el bigbang hasta las estructuras neuronales que hoy no permiten el ejercicio de la inteligencia, los procesos elementales han modificado constantemente el mundo real en función de las mismas interacciones entre los elementos presentes. La atracción gravitacional, las fuerzas electromagnéticas, las dos fuerzas


















No hay comentarios:

Publicar un comentario